Yo no diría que los pactos de Munich fueron entre gallos.
Se quiso apaciguar a la Alemania nazi permitiendo que se anexara los Sudetes, una región de Checoslovaquia con mayoría de población alemana, sin oposición de las potencias occidentales. Se quería evitar una guerra en Europa, pero en realidad fue un fracaso de la política de apaciguamiento y un paso hacia la Segunda Guerra Mundial.
El paralelismo asusta.