US Navy
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Una declaración de TrumpToday no es una investigación en toda regla, a saber.
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Trump quiere abandonar las catapultas electromagnéticas y volver a las de vapor.
El EMALS y el AAG (Equipo de Frenado Avanzado), que permite la recuperación de aeronaves, representan aproximadamente el 25% del costo del USS Gerald R. Ford cuya capacidad operativa inicial se declaró en 2022.Sin embargo, la fiabilidad de sus EMALS es cuestionada regularmente por el Director de la Oficina de Pruebas y Evaluación Operacional (DOT&E) del Pentágono. En un informe publicado en 2021, la DOT&E reiteró que el sistema debería ser capaz de realizar más de 4000 lanzamientos antes de experimentar un problema técnico. No obstante, durante una evaluación realizada entre noviembre de 2019 y septiembre de 2020, se detectó un fallo tras solo 181 lanzamientos.
Según el último informe anual del Departamento de Pruebas y Evaluación Operativa (DOT&E), el USS G. Ford realizó 8725 lanzamientos con catapulta entre mediados de 2023 y enero de 2024. Sin embargo, la agencia declaró que no había recibido datos suficientes para actualizar las estadísticas de fiabilidad presentadas en el informe anual de 2023. Añadió que "a pesar de las mejoras técnicas en el hardware y el software, la fiabilidad no ha variado significativamente en comparación con años anteriores. NAVAIR el Mando de Sistemas Aéreos Navales de la US Navy) continúa sus esfuerzos de mejora".
Ya durante su primer mandato (2017-2021), Trump criticó duramente las catapultas electromagnéticas en un momento en que su desarrollo atravesaba problemas aún más graves que los mencionados por el DOT&E. Sin embargo, no llegó a ordenar su abandono. Esto, no obstante, parece inminente, a juzgar por sus declaraciones a bordo del USS George Washington durante una visita oficial a Japón el 27 de octubre.
“Voy a firmar una orden ejecutiva. Cuando construyamos portaaviones, sus catapultas funcionarán con vapor”, declaró Trump. “¿Qué es mejor, la electricidad o el vapor?”, preguntó a los marineros del USS George Washington. Guardaron silencio o rieron con sarcasmo cuando preguntó si era la electricidad… pero vitorearon -aunque un número significativo de ellos lo hizo- cuando dijo “vapor”.
"Sé cómo dar órdenes. En serio. Se gastan miles de millones de dólares en fabricar aparatos eléctricos estúpidos. El vapor ha funcionado a la perfección durante 50 años, ¿no? Así que vamos a volver a lo de antes. En serio, quiero un cambio", insistió el presidente estadounidense.
“El problema con la electricidad es que cuando falla, hay que traer a gente del Instituto Tecnológico de Massachusetts, es decir, a las mentes más brillantes del mundo. Es ridículo. Me han dicho que el vapor se puede arreglar con un martillo y un soplete. Y funciona igual de bien, o incluso mejor. Me encanta ver ese hermoso vapor saliendo de la cubierta. Con la electricidad, eso no se ve”, dijo, exagerando.
Queda por ver si este anuncio irá seguido de medidas concretas… Dado que el regreso a las catapultas de vapor, propuesto por Trump -quien también criticó los nuevos ascensores de cubierta, denominados AWE y accionados por un motor de inducción, que al parecer no siempre funcionan correctamente-, requeriría una revisión completa del diseño de los portaaviones de la clase Gerard R. Ford, justo cuando el USS John Fitzgerald Kennedy se encuentra en fase de acondicionamiento y la construcción del USS Enterprise ya ha comenzado. Esto podría ocasionar retrasos y sobrecostos de varios miles de millones de dólares.
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