Totalmente de acuerdo con Ian McCollum. Cuando se parte de requisitos equivocados los resultados son malos. Lo peor del programa es la munición, necesaria por la alta presión requerida, y exigente en su fabricación y por ello cara. Además pesa, lo que limita la cantidad portada. Se pensó por unas circunstancias especiales que al final no se dan normalmente. En Ucrania el 5,56 y 5,45 han funcionado bien y los pequeños drones dominan la batalla de infantería. Y como DMR, se podía hacer lo mismo con otra munición menos compleja.
Como dice McCollum, los norteamericanos nunca han prestado demasiada atención al proyectil. Recuerdo el 7,92 mm CETME, con un proyectil con una aerodinámica extraordinaria. Sin embargo el 5,56 tenía un proyectil muy mediocre, algo mejorado con el SS109 (el del 5,45 es mucho mejor). El 6,5 mm Grendel tiene a su favor una bala con un buen coeficiente balístico, pero vale la pena cambiar millones de armas, no lo creo.
La mira sí es interesante, pero de momento demasiado cara, pero sí marca el camino.





