Vuelven los piratas
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Los ataques de los hutíes respaldados por Irán en el Mar Rojo han revitalizado las redes de piratería en Somalia, y los grupos criminales han aumentado tanto en número como en fuerza, según ha declarado un mando naval europeo.
"Los piratas ven una ventana de oportunidad debido a la presencia de los hutíes", con un mayor tráfico a lo largo de la costa somalí y los piratas adentrándose más en el océano Índico, dijo el vicealmirante Ignacio Villanueva, quien comanda una operación de la Unión Europea para combatir la piratería. "Realmente están tratando de superar los límites y las capacidades de las operaciones occidentales e internacionales".
Los piratas somalíes, bien armados, están atacando en mayor número. Una táctica que utilizan es secuestrar embarcaciones más pequeñas, como esquifes o dhows, y viajar durante unos diez días hasta el centro del océano Índico, donde intentan atacar a barcos más grandes, dijo Villanueva. Alrededor de diez de los ataques recientes se han llevado a cabo contra grandes barcos, y sólo en una ocasión se pagó un rescate, afirmó.
Los ataques son cada vez más numerosos y los llevan a cabo grupos "bien armados, organizados y más numerosos que nunca", añadió. "Estamos ante 25 o 30 piratas que realizan el mismo ataque", afirmó Villanueva. "Están muy bien coordinados, con teléfonos satelitales y armamento pesado".
Desde noviembre se han perpetrado 30 ataques contra buques comerciales, pesqueros y dhows, precisó. Entre los incidentes recientes, la toma de rehenes en diciembre a bordo del MV Ruen, con bandera maltesa, llevó a buques de guerra indios, japoneses y españoles a rescatar a los 18 tripulantes. Se trata del primer secuestro exitoso de un barco frente a las costas de Somalia desde 2017, según la Oficina Marítima Internacional.
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La Oficina Marítima Internacional (IMB) señala, en un informe sobre la piratería que registró sesenta incidentes en todo el mundo durante el primer semestre del año. Una cifra ligeramente inferior a la del mismo periodo del año pasado, durante el cual se denunciaron 65 ataques.
Sin embargo, esta disminución de los actos de piratería no permite bajar la guardia, según el secretario general de la Cámara de Comercio Internacional que supervisa IMB. El preocupante aumento de los incidentes de carácter violento pone de relieve la necesidad de una vigilancia continua por parte de la comunidad internacional para garantizar la seguridad de toda la gente de mar, especialmente en este período de mayor incertidumbre para el transporte marítimo.
De los 60 barcos atacados por piratas, ocho fueron objeto de intentos de ataque, cuatro fueron secuestrados y dos fueron blanco de disparos. Las tripulaciones se vieron especialmente afectadas, con un fuerte aumento del número de tripulantes tomados como rehenes: 85 frente a 36 en el mismo período del año pasado.
A pesar de un ligero descenso de los incidentes en la zona, las aguas somalíes siguen siendo muy peligrosas : de ocho ataques o intentos, se registraron tres desvíos. El IMB también señala las mayores capacidades de los piratas somalíes, que ya no dudan en atacar mar adentro, hasta 1.000 millas de sus costas.
En el golfo de Guinea los incidentes pasaron de catorce a diez, pero con un aumento de toma de rehenes e incluso de secuestros que afectaron a once marineros. Pero también en el estrecho de Singapur, donde trece barcos fueron atacados (frente a veinte en 2023) y once marineros fueron tomados como rehenes.
Por el contrario, los ataques aumentan en Indonesia y Bangladesh. Con doce ataques en la primera zona y diez en la segunda. La mayoría sobre barcos fondeados.