Ahora entran prisas, por las circunstancias que todos conocemos. La idea ya rondaba por su cabeza, pero faltaba dinero, ahora están más esplendidos y van con el dinero por delante. Esos números salen si sumamos la ampliación del pedido inicial noruego-alemán, más estos de ahora y no serÃa de extrañar alguno más para los noruegos. A parte de organizarse en el tiempo, para servir en tiempo y forma los buques, existe la economÃa de escala y por eso vemos los precios que vemos.
Pero no vale la pena hablar, pues como dirÃa cierto almirante español, los submarinos son el arma de los pobres.