Un vehículo de rescate en aguas profundas AS-36 de la armada rusa chocó contra uno de sus propios buques, el Mijail Rudnitski durante una prueba en el mar de Noruega, y provocó daños en el casco del buque que fue uno de los muchos barcos que participaron en el increíblemente lento rescate del submarino Kursk tras su hundimiento el 12 de agosto de 2000.
alt text