Pero donde es realmente contundente es al exponer “lo mucho que perderíamos”. Así, el capitán de navío Luis Díaz-Bedia Astor, al que
entrevistamos cuando estaba al mando de la FLOAN, asegura que “nuestra Armada habría sido muy distinta sin el Harrier...
Hombre claro, es todo un crack, lo dice el centurión de la centuria del ala embarcada, con todo el pastizal gastado en el ala fija, hubiera permitido por ejemplo, disponer de todos los BAM previstos inicialmente, renovar los buques hidrográficos, los remolcadores de altura, un nuevo buque para operaciones polares, incrementar el número de fragatas, o sus capacidades. Evitar que durante todos estos años estén por ahí los serviolas con armamento de tiempos del almirante Topete, o mucho mejor sustituidos los buques. Se tendría defensa de punto en todas las unidades, algo más necesario, posible y creíble en cualquiera de los escenarios por donde navegamos en los últimos 20 años.
Vive en un bluff, engaño, ilusión, jactancia, apariencia o farol como le queráis llamar, en la ANM, aprobó y seguro que con nota la teoría, pero en el día a día de su carrera no se ha enterado de nada, que salga de la camareta y que mire a su alrededor.
Si perdiésemos nuestra aviación de ala fija embarcada, las consecuencias serían dramáticas:
-Desaparecería la capacidad de disuasión e influencia que nos proporciona un grupo de combate con aviación de ala fija, por su mera existencia o por su presencia en una zona de crisis.
¿ En donde y contra quien ?
-Se reduciría enormemente nuestra capacidad de control del mar y de protección de las líneas marítimas de comunicación.
Menos faroles, ni siquiera la poderosa US Navy, tiene capacidad para tenerlo no digo yo para mantenerlo, hoy en día se trata de lograr cierto grado de control sobre situaciones o áreas, y si bien es reconocible que una capacidad aérea es necesaria, tiene que ir acompañada de un gran despliegue sobre y bajo el agua algo de lo que nosotros carecemos.
-Nuestras fuerzas navales no contarían con cobertura aérea propia, salvo cuando operasen cerca del territorio nacional y pudiese proporcionársela el Ejército del Aire.
Ahí acierta, más lejos no vamos a ir y en ese entorno, más le vale que estén los chicos del EA, pues sus aparatos más bien poco pueden hacer con los que les pudiera hacer frente el adversario, sin contar que alguien bajo el agua les hubiera hundido la plataforma y toda su carga.
Para nuestros buques anfibios y nuestras fuerzas de IM sería muy difícil, si no imposible, efectuar una operación puramente nacional de evacuación de no combatientes, por la falta del imprescindible apoyo aéreo en la zona de operaciones. Solo quedaría la opción de su empleo como parte de una fuerza multinacional, con el apoyo de aviones embarcados de otras naciones.
Vuelvo a preguntar ¿ En donde y contra quien ? ¿ Para que están los aliados ? si llegado el caso en una operación de no combatientes, no tenemos respaldo de aliados y amigos, mejor nos quedamos en casa y nos dedicamos a la celebre frase de Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, habría que recordarle al que no quiera colaborar aquello de a las duras y a las maduras, y obviamente obrar en consecuencia.
Nunca podríamos liderar una operación multinacional que requiera la actuación de un grupo de combate y nuestra participación se limitaría a la aportación de buques de escolta, logísticos o submarinos, para acompañar a portaviones o buques LHD de otras naciones.
Pues es lo que hay, otros ya lo están haciendo, los holandeses y los canadienses perdieron su ala embarcada hace ya muchos años , incluso los ingleses en estos últimos años y no están apartados ni apestados, incluso alguno de los citados se ha permitido decir que a ciertas operaciones no va por no tener efectivos o buques. Respecto a lo de aportar buques logísticos, escoltas, submarinos, en los dos primeros de momento se puede, el submarino poco más que para sumergirse en el muelle de la Curra.
-En caso de conflicto se reducirían las capacidades de defensa aérea de la fuerza naval y de ataque a fuerzas navales oponentes; no nos podríamos arriesgar a realizar operaciones anfibias sin aviones que garanticen la defensa aérea y que proporcionen apoyo aéreo cercano a las fuerzas de desembarco; se perdería la capacidad de alcanzar objetivos tierra adentro, a no ser que pudiésemos equipar a nuestros buques y submarinos con misiles de ataque atierra.
Otra frase que muestra el desconocimiento del mundo en que vivimos, de nuestro país, y de quienes lo gestionan, cierto que en caso de conflicto todo suma, pero tener el ala embarcada actual, no es significativo, no vamos a ir a desembarcar a ningún sitio, no tenemos capacidad ni masa para avanzar tierra adentro, en lo que acierta es que eliminando el ala aérea, podríamos equipar a nuestros buques y submarinos si llegamos a tenerlos con misiles de ataque a tierra más disuasorios y temibles que los aparatos de la escuadrilla von Richthofen.