El 11 de enero del año 2007, la República Popular China destruyó exitosamente un viejo satélite climático llamado FY-1C. Orbitaba la tierra en una órbita polar a una altitud de aproximadamente 865 Km, con una masa de cerca de 750 Kg. Lanzado en 1999, fue el cuarto satélite de la serie Feng Yun.
La destrucción fue llevada a cabo por un misil SC-19 ASAT,1 que portaba una ojiva similar a la Exoatmospheric Kill Vehicle estadounidense. El misil fue lanzado de vehículo transportador-erector-lanzador en el Centro espacial de Xichang. La ojiva destruyó el satélite en una colisión directa a una extremadamente alta velocidad relativa.
WASHINGTON.- Estados Unidos y sus aliados expresaron ayer su preocupación por la presuntamente exitosa prueba china de un arma antisatélites que el gobierno de Pekín niega haber realizado.
El ensayo habría ocurrido el 12 de enero pasado, cuando según la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense un proyectil lanzado desde la base espacial de Xichang en China destruyó al satélite meteorológico Fengyun-1C, en la primera prueba "real" de un arma antisatélite.
EU ha expresado su preocupación por lo que consideran podría desatar una "carrera armamentista" en el espacio y lo que algunos sectores consideran aquí como un reto a la supremacía estadounidense en el espacio.
Algunos, como el analista James Oberg, opinaron que sería una forma de presión por la conclusión de un tratado para prohibir el uso de armas antisatélite, ya que de otra forma "cualquier proyectil basado en tierra -sea en un silo, un submarino o incluso un campo de pruebas- tendría que ser considerado como una potencial arma contra satélites".
Tony Snow, portavoz de la Casa Blanca, apuntó que "estamos preocupados y lo hemos indicado", mientras el gobierno estadounidense reiteraba su rechazo a lo que calificó como "una carrera armamentista" en el espacio y aliados estadounidenses, en especial Gran Bretaña, Japón y Australia, hacían saber su inquietud.
Sin embargo, China no ha aceptado que haya realizado la prueba. "Hemos expresado nuestras preocupaciones y no hemos escuchado respuesta de los chinos", dijo Dana Perino, portavoz de la Casa Blanca.
La destrucción del Fengyun-1C sería la primera prueba exitosa jamás hecha de un arma antisatélites, que EU buscó sin éxito en los 80 bajo el popular nombre de Guerra de las Galaxias. Una fuente del Pentágono afirmó que EU tiene la tecnología para hacerlo, pero no la han probado en "el mundo real".
De haber ocurrido, sin embargo, la prueba podría ser un muy importante desafío chino a la supremacía estadounidense en el espacio.
Más aún, a juzgar por la reacción registrada aquí, sería vista como un nuevo reto a la hegemonía estadounidense después de que en agosto pasado el gobierno del presidente George W. Bush anunció una política en la que se asienta el derecho de su país a la libertad de acción en el espacio y promete buscar que eventuales adversarios puedan usar el espacio en detrimento de los intereses de EU.
"Si por ejemplo entráramos en un conflicto por Taiwán, una de las primeras cosas que probablemente haría (China) sería derribar todos nuestros satélites espías de órbita baja", comentó John Pyke, analista de la organización "Global Security" en declaraciones a la prensa local.
El Gobierno chino confirmó este martes el lanzamiento de su primer misil anti-satélite, tras cinco días de silencio oficial desde que la Casa Blanca informó sobre la prueba.
El lanzamiento no significa que Pekín tenga intención de iniciar una carrera militar espacial, destacó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Liu Jianchao.
"China no tiene nada que esconder, no amenazamos a ningún país", acotó Liu, quien precisó: "Informamos a Japón y a EE.UU., al ver su preocupación. Si quieren saber más, que pregunten".
Según revelaron las agencias de espionaje estadounidenses, China disparó con éxito el pasado 11 de enero su primer misil anti-satélite para destruir un viejo artefacto meteorológico, en una prueba que levantó las protestas de EE.UU., Japón, Australia, Corea del Sur y Canadá.
El misil balístico de alcance medio, con base en tierra, fue disparado desde el Centro Espacial de Xichang, en la provincia central china de Sichuan, y destruyó el satélite situado a más de 850 kilómetros de altitud.
Con el lanzamiento, el gigante asiático se convierte en el tercer país del mundo en efectuar este tipo de prueba, después de que lo hicieran en la década de los años 80 las dos grandes potencias de la Guerra Fría: EE.UU. y la Unión Soviética.
La nueva arma supone que China puede derribar satélites espías de otras naciones, lo que avivó los temores especialmente en EE.UU., líder indiscutible del espacio tras el ocaso soviético, ante una posible carrera armamentista espacial.
Un informe del Pentágono "el poder militar de la People's Republic de China"advierte de que Pekín "sigue llevando a cabo una ofensiva contra el sistema de satélites", diciendo que China actualmente pueden destruir o inhabilitar satélites sólo mediante el lanzamiento de un misil balístico o el vehículo de lanzamiento espacial armado con un arma nuclear.
"Sin embargo, existen muchos riesgos asociados con este método, y las consecuencias potencialmente adversas de la utilización de las armas nucleares", añade el informe. "Existen pruebas de que China está mejorando su conocimiento de la situación en el espacio, que le dará la capacidad de rastrear e identificar la mayoría de los satélites. Tales capacidades permitirán el chino deconfliction de satélites, y también se requiere para acciones ofensivas. Al menos uno de los sistemas de satélite ataque parece ser un motivo basado en láser diseñado para ciegos o daños de imágenes de satélites ".
China también está trabajando en varios tipos de "nuevo concepto" sistemas de armas, dice el informe, incluyendo un aparato de radio frecuencia (RF) de armas, citando escritos chino que sugieren que podría utilizarse en contra de los satélites en órbita.
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