Yo hace años que no voy a un campo. Tengo que volver

Por partes:
1. el MAGPUL masada, hoy Remington ACR, fue un diseño altamente prometedor. Sin embargo, en su desarrollo fueron cambiando los requisitos. Algunos de los cambios se llevaron por delante la modularidad que fue en origen una de las fuentes de su atractivo, al perder el cambio rápido de cañón y la culata magpul. AL final quedó un arma que, en las métricas más importantes, no ha destacado lo suficiente como para ser adquirida por ningún ejército en cantidad.
2. De hecho, el diseño original ha influido en alguna medida en el diseño tanto del 433... como del menos conocido y más interesante Radon MSBS polaco.

3. El problema de fondo es que se ha tocado techo en el diseño de FUSA del cartucho actual. No parece haber forma de obtener ventajas evidentes sobre el diseño del 433, el MSBS, el Beretta ARX160... o cualquier otro diseño occidental. Precisamente el MSBS aporta alguna innovación, y más aún el BR18 de ST Kinetics.

4. Hay algún margen de mejora empleando un sistema de pistón reciprocante como el del AEK-971/A-545. El problema es que nadie ha mostrado interés en algo así.
5. Otro problema, y este sí que es grave, es que en Europa hemos perdido buena parte de nuestra capacidad de diseño y hasta de fabricación. Se han cerrado, entre otros, St Etienne, Enfield o CETME. Nosotros fabricamos, pero ya no diseñamos.
6. Ningún diseño actual está preparado tal cual para un cartucho como lo que se sabe del XM1186 en 6.8mm. La diferencia energética va a ser de entre 200 y 00%, al menos con lo que se sabe hasta ahora. Con toda probabilidad, el brocal del arma no será compatible con los actuales, y aún en los casos en los que puede serlo como el italiano o el COLT CM901, queda el problema de absorber y controlar la subida de retroceso que va a venir.
7. No hay otro camino. No sólo por penetrar blindajes equivalentes al ESAPI, sino también por aprovechar los sistemas de control de tiro que van a madurar en breve. Nuestra munición actual no puede sacar partido a unos sistemas que van a transformar a un tirador con entrenamiento actual en el equivalente a un selecto que pueda alcanzar blancos con solvencia a 500 metros.
Ahora mismo algunos se están metiendo en cambios de fusil, como los vecinos franceses o en breve los alemanes. Es un error, en mi opinión, porque a su vez va a retrasar la adquisición de armas que aprovechen las nuevas posibilidades. Es algo que se ha repetido varias veces en el siglo XX. El problema final, creo yo, es no considerar al arma individual como un consumible parcial, más sencillo de reponer en cascada de lo que aprece