por poliorcetes el Lun Abr 02, 2018 12:27 pm
Es un tema muy complicado. No sé hasta qué punto se puede hablar de moda o de necesidad detectada. Mi posición como aficionado me obliga a ser prudente y a asumir que es una decisión meditada. Se me ocurren dos problemas de la LMG:
1. rango efectivo. Citan 250 metros, y es correcto por la longitud del cañón y la munición. No aporta excesivamente sobre el FUSA
2. penetración de obstáculos. Posiblemente sea un problema incluso mayor. Misma capacidad que el FUSA, que es claramente insuficiente
Parece que la solución inglesa no es como la del USMC, sino que va a emplear más M129 para tiradores selectos. O sea, meter más 7,62x51 en la escuadra.
Volvemos a un problema recurrente: la doctrina de la guerra fría ponía a las armas individuales y de escuadra a un nivel muy bajo de prioridad, porque a poco importante que fuera la amenaza se recurría a recursos orgánicos de mayor nivel, de mortero para arriba. Pero luego descubrimos una y otra vez que eso no es compatible con las RoE que nos marcamos, y además que nunca está disponible el primer minuto. Resultado: las armas individuales y de escuadra son mucho más importantes de lo que se pensaba en los 80.
Desde otro punto de vista, el problema es sencillo: la OTAN tiene los ejércitos mejor equipados y preparados del mundo. El problema es que, hasta hace poco, eso no se reflejaba en los FUSA. Demasiados concursos ponían el precio del equipo como una de las KPI más importantes, y es un jodido error. El precio de los FUSA son cacahuetes comparado, simplemente, con el gasto de munición y no digamos otros gastos. P.e., un único disparo de hellfire permitiría adquirir los FUSA más caros que se pueden pagar (SiG?).
En fin, el cambio de mentalidad que queda por dar es valorar más la función ofensiva y defensiva del infante y de su equipamiento, y desarrollar y adquirir sistemas en consecuencia. Desarrollar un FUSA o equivalente (se habla cada vez más de una fusión entre FUSA, LMG y rifle de tirador selecto, partiendo del ejemplo del M27 y desarrollándolo con nueva munición, nueva óptica y control de tiro, nuevos materiales y diseño, etc.), capaz de proporcionar fuego eficaz al menos a 500m. (entiéndase, no únicamente aciertos, pero sí supresión eficaz) y capaz de decidir los enfrentamientos en el primer minuto contra adversarios equipados con FUSAs del siglo pasado. Luego pueden acudir medios mecánicos u orgánicos de orden superior, pero desde el primer minuto la ventaja debería ser abrumadora o, como está de moda decir, overmatching.