Los rusos están movilizando recursos considerables para investigar sobre los restos de su buque espía Liman, que se hundió en la costa turca el 27 de abril. En la zona ya están dos buques de rescate, el Seliger y el SB-739, y se están planteando incluso una operación de reflotación.
Lo más probable es la recuperación de documentos secretos, tales como listas de frecuencias, si no se aprovecha antes otro país ya que el hundimiento sucedió fuera de las aguas territoriales turcas.
Según el AIS, el Seliger y el SB 739 llegaron el jueves, 4 de abril al área del hundimiento. Son barcos muy recientes y novedosos, construidos por el astillero Yantar en Kaliningrado, el Seliger buque de investigación fue puesto en servicio en 2012 y asignado a la flota rusa del mar negro. Su eslora es de 59,70 metros y un desplazamiento de 1150 toneladas, se destina a misiones para probar equipos, rescate y búsqueda en alta mar. Su tripulación incluye 25 hombres. Tiene un sistema de posicionamiento dinámico con propulsión eléctrica de pods Rolls Royce.
La otra nave desplegada en el mar negro es la SB-739. Puesta en servicio en 2017, es la cuarta nave de apoyo de la clase Nikolai Muru. Construido por los astilleros Zvezdochka de Astrakhan, Tiene 57 metros de eslora y un desplazamiento de 1600 toneladas a plena carga.