Qué hermosos recuerdos!!!
Del otro lado del Atlántico creo que a ciertas cosas las llamaríamos diferentes, pero las marcas son las marcas. Tuve dos barcos TENTE, uno era un carguero de gas o algo así, el otro era una fragata, si no mal recuerdo. Los Legos debían ser carísimos, porque nunca tuve ni recuerdo haber visto ninguno.
Lo que sí teníamos, y tenemos, son los Playmobils. Aquí eran la unica marca de muñequitos de ese tipo, y todavía se encuentran en las jugueterías. Tengo el camión de bomberos, un auto de rally, otro más civil, un helicóptero, creo que de noticias, y un montonazo de muñecos. Ah, y la nave espacial chiquita. Ese tipo de paquetes eran más o menos baratos, pero el castillo, el buque pirata y la nave espacial grande eran muy caros, y mis padres nunca nos lo pudieron comprar, a pesar de que yo y mi hermano no parábamos de pedirlos. Ahora que me acuerdo, creo que hasta animales tengo, creo que una jirafa y un elefante... está todo en una caja a un costado de mi cama.
Con mi hermano, que es cuatro años mayor que yo, nos pasábamos tardes y hasta días enteros jugando. Armábamos en nuestra pieza una ciudad con todo lo que teníamos, usábamos monedas antiguas como dinero (todavía las tengo) y otros muñecos cuando hacía falta. Cada uno controlaba varias familias y pasaba de todo, era una versión analógica de los Sims
Cuando se hacía de noche, a guardar todo, y si mañana era domingo, de nuevo a jugar.
Tuve un montón de muñecos de He-Man y She-Ra, pero por las típicas malas influencias maternas, los regalé a mis primos que, creo, ni sabían quiénes eran los mostros esos, algo que lamento muchísimo. Como todo chico era de romper, pero dentro de un cierto margen, cuidaba los juguetes que tenía porque mis padres no eran precisamente magnates, aunque en esa época iban bien de dinero.
Uno de los recuerdos más viejos que tengo era jugar con una camioneta de la serie MASK, era una camioneta grande, blanca, y de adentro salía un avión rojo. Debe haber sido uno de los juguetes más caros que me compraron a mí solo, y me acuerdo que jugaba con la vecina de enfrente, que tenía un vehículo "de los malos". Como para secundar eso de que no importan los juguetes, si vamos a salir "derechos", vamos a salir "derechos"...
No tuve muchos juguetes militares, pero sí tuve soldaditos y todo ese tipo de cosas, pero de los baratos, de esos que venían en bolsitas a granel. Cada tanto me los compraban y los iría rompiendo o perdiendo, porque no me queda ninguno. También recuerdo que nos regalaron unos juguetes enormes, de construcción, hechos en Argentina, con unos materiales muy fuertes, muy durables: si no me equivoco era metal de desecho, como que si los pateabas te quebrabas los dedos del pie. Mi hermano recibió, creo, un camión cosechador, y yo una pala excavadora, que estaba peligrosamente hecha de metal EN SERIO: una de las puertas de mi casa todavía tiene marcas de un "choque". La marca era DURAVIT, ahora que recuerdo.
También tuve un montón de autos a fricción, muy lindas reproducciones de todo tipo. Conservo algunos, generalmente llenos de raspones y algún que otro golpe. Me da gusto ver que todavía se venden en las jugueterías, y hace poco me dio tantas ganas de comprarme varios, porque en un negocio los estaban regalando, prácticamente. Muy lindos, incluso coleccionables por el precio, aunque dudo de su calidad, porque ahora no los hacen como antes, me temo. Los viejos eran pesados y, aunque nunca lo intenté, sé que se podían usar como armamento defensivo
Finalmente, tengo que agregar los "huevos kinder". No sé si la marca está en España, pero por las dudas, cuento: son huevos de chocolate, como de Pascua. Adentro viene un contenedor con piezas plásticas e instrucciones para armar lo que haya venido: es algo totalmente al azar, te puede tocar un tanque, un avión o un pescado o un dinosaurio. Por ahí tengo varios ensamblados, porque me guardé los más lindos. Recuerdo que antes de abrirlos trataba de adivinar qué iba a tocarme, y lo peor es que muchas veces lo lograba. Por ejemplo una vez pensé en un avión y me tocó un planeador (todavía lo tengo); otra vez adiviné un barco (me salieron dos, uno de vapor y otro un velero). También había camionetas, en fin, un montón de cosas. Estos todavía se consiguen en cualquier kiosko, algún día me compraré uno para ver qué me toca...
Puf, que lindo leer este post. Es lindo ver que, no importa el país o la edad, hemos tenido buenos momentos en la infancia. Si después recuerdo algo más, lo agrego, pero creo que ya dije demasiado ...