El F-111 y el F-14 son primos lejanos
La referencia al programa TFX y las decisiones de Robert McNamara son clave para entender la génesis del proyecto. Tal vez sea interesante insistir un poco más en este hombre y su infuencia para comprender como otros sistemas de armas que debido a su fracaso o éxito dejaron una gran huella hasta hoy. Aunque la piedra angular de su carrera fue la escalada de Vietnam, tuvo un papel decisivo en el desarrollo del AH-56 Cheyenne y con eso el retorno del CAS al US Army, amenaza muy directa a la USAF. Utilizó el proyecto A-7 de la Navy para obtener un avión relativamente barato y lento para misiones CAS en contra a la doctrina general de la USAF de emplear aviones supersónicos. En su búsqueda de conglomerar diseños y adquisiciones, logró impulsar el F-4 en todos los ámbitos, cancelando el programa F-105 en el proceso. También victimizó al B-70 y dio luz verde a un comienzo muy complicado del C-5A Galaxy. Más cerca del suelo, forzó a su mano para inducir el M-16 en el US Army, un arma favorita del Gen. Curtis LeMay (USAF), para sustituir al M-14. Este paso crucial cambiará hasta este día la perspectiva de uso del rifle de infantería y armas ligeras en el mundo occidental, aliados y mucho más. McNamara pasó por alto los programas de modernización de tanques del US Army para brindar a la iniciativa privada la oportunidad de involucrarse en otro proyecto común, en este caso con Alemania Occidental: el MBT-70 con evidente menos éxito. Muchos otros ejemplos abundan.
De alguna manera recordarle es relevante hoy en día. McNamara no hizo mucho para reducir la extensa concurrencia de producción heredada de la década de 1950. En aquellos días, la fiebre de la Guerra Fría estaba llegando a un clímax con la carrera nuclear, el susto de Sputnik y la "Amenaza Roja" tan característica de esos tiempos, la carrera era imparable. Como podemos ver, el fenómeno de concurrencia no es nuevo, por ejemplo, la USAF emitirá un contrato de producción antes de ver los resultados de las pruebas de vuelo de los prototipo para acelerar entregas. Problemas de cualquier tipo surgirán más adelante y en el caso del F-111, las primeras 140 aeronaves nunca fueron modificadas según lo requerido...
Sin lugar a dudas, McNamara fue un producto de su época y pensó que cálculos económicos iban a reducir la duplicidad aparentemente inútil. En la mayoría de los casos, lo que comenzó como un ejercicio empírico terminó en batallas prolongadas entre los servicios y disputas políticas. El final de su reinado trajo lecciones y se hicieron cambios, pero como la historia enseña, muchos errores pueden repetirse. Cuando miramos al F-35 podemos darnos cuenta. La historia de la inducción del V-22 como "COD" también es el resultado de un pensamiento similar. En orden de preferencia de la US Navy los Greyhounds están en la última posición después de los aviones de combate, guerra electrónica, tanqueros... Como resultado, los oficiales de alto rango que toman las grandes decisiones no escuchan a la gente que opera estas plataformas. El JVX que finalmente desenvuelve en el V-22 combinó los requisitos de todos los servicios para un transporte de tropas de asalto inspirado en el fracaso de la misión de rescate de rehenes con helos en Irán en 1980. Como resultado de especificaciones comunes la bodega es similar la de un C-212. Aunque hereda el gran rendimiento de vuelo, en la misión principal COD de vuelo de reemplazos de motores la capacidad de volumen es limitada. Comunalidades, como pensaba McNamara pueden ser una salvación en algunos casos, pero en otros puede ir en detrimento para el usuario. En mi opinión, la respuesta correcta se encontraba en el abortivo Common Support Aircraft (CSA), pero eso también es historia ...