por @PePo_25 el Lun Ene 20, 2020 12:39 pm
Buenas tardes.
Algo que escribí, hace algún tiempo sobre la colaboración Irán-Israel durante los años setenta del pasado siglo. Este fragmento de un borrador, hace hincapié en la imperiosa necesidad de Irán del Sha por hacerse con un vector de ataque de producción nacional, para no depender por lo tanto de la aprobación estadounidense para la autorización de su uso.
Las ansias por el desarrollo propio de un programa de misiles balísticos por parte de Irán son anteriores a la revolución islámica, el derrocado emperador de Persia, el conocido Sha Mohammed Reza Pahleví intentaría una alianza con Israel para desarrollar un sistema de corto alcance después de que Washington rechazara de plano su petición para armar al ejercito iraní de una fuerza de disuasión misilística construida entorno a los misiles tierra-tierra (SSM/MSS) altamente móviles del tipo MGM-52 “Lance”. Es en esto momentos cuando establecerán una cooperación técnico-militar más profunda con Israel, con el conocido como “Project Flower o Proyecto Flor” en castellano, Irán proporcionaría los fondos necesarios a Israel para desarrollar el proyecto e Israel pondría la tecnología para llevar a buen puerto el acuerdo. En un primer momento Irán suministraría a Israel crudo por un equivalente cercano a unos 250 millones de dólares de 1977 para financiar el programa (el cual consecuentemente consistiría se subdividiría en seis programas; transferencia tecnológica de los misiles Jericó-I para su construcción en Irán, el desarrollo de un mortero pesado de 120mm, un caza polivalente posteriormente denominado LAVI, etc.) este estaría basado en misil antibuque Gabriel mejorado, que tendría una versión (encapsulada) capaz de ser disparada desde un submarino.
Aunque algunas fuentes sugieren que el misil en cuestión estaría basado en primera instancia en el desarrollo del AGM-84A “Harpoon”, aunque más bien sería una modificación y adaptación de este denominado “Perah” que traducido del hebreo significa Flor. Si bien todo el proyecto resulto fallido, primero por el derrocamiento del Sha de Persia, y segundo porque la financiación recibida por Israel por parte de Irán, fue totalmente reorientada al I+D+i nacional, ya que las verdaderas intenciones israelíes fueron las de proporcionar a los iraníes armas resultado de proyectos de primera generación, y nunca las mas modernas y optimizadas como resultado de los estudios y proyectos realizados en Israel gracias a la inversión iraní.