Observer escribió:Me interesa esto que dices. Precisamente como desconozco los motivos exactos me limité a decir que "el pueblo suizo rechazó la decisión política en referéndum". Quizá jupiter, que creo que dijo que le pilló cerca, o cualquier otro pueda arrojar algo más de luz. ¿conocéis alguna encuesta de algún medio de comunicación suizo fiable sobre los motivos del rechazo? Me suena que fueron fundamentalmente económicos, que los suizos no estaban por gastar en defensa y ya.
El contexto. Lo importante es el contexto.
Existe en Suiza una organización, fundada a principios de los 80, llamada GSsA (Groupe pour une Suisse sans armée), que como su nombre indica, busca la eliminación pura y simple del ejército suizo.
Esta organización ha influenciado para bien o para mal, (hay opiniones para todos los gustos) la política de adquisiciones del gobierno suizo, gracias a la peculiaridad del sistema político suizo, que permite a los ciudadanos, previa recogida de firmas, lanzar iniciativas populares que permiten, vía referéndum, anular decisiones del poder ejecutivo, sea a nivel comunal, cantonal o federal.
Nos encontramos en plena guerra fría. El ejército suizo es considerado por buena parte de la población como algo casi mítico. El ministerio de defensa gasta montañas de dinero sin que casi nadie se pregunte por que. Y el GSsA consigue lanzar en el 1989 su primera iniciativa que provocará un seísmo político cuyas consecuencias siguen influenciando la gestión del ministerio a día de hoy.
La votación fue agendada para el 26 de Noviembre, y el Consejero federal Villiger declaró antes de la votación que un 20% de SI, sería una catástrofe.
Pocas semanas antes de la votación, el muro de Berlín cae y pone todo patas arriba. La URSS, el eterno enemigo, se ha hundido, por lo que el gobierno y las sociedades patrióticas ponen toda la carne en el asador. El GSsA es vetado en la TV pública en los debates sobre la votación, la campaña en prensa y a pie de calle es vergonzosa. Y al final llegan los resultados de la votación. Un 35,5% de los suizos es favorable a la supresión pura y simple del ejército. Dos cantones, Jura y Ginebra aceptan la iniciativa. En el Jura nos lo curramos a base de bien
La política de gastos militares nunca volvería a ser la misma.
En el 1993 se vota la iniciativa contra la compra de los F18. Tras otra campaña vergonzosa en la que se deja entrever que está en juego la seguridad del país, la venta es aprobada con solo el 57% de los votos.
Y en esto que llegamos al 2014 y la votación sobre los Grippen. Por el camino han quedado múltiples iniciativas del GSsA que intentan limitar los gastos militares. La población suiza es cada vez mas reacia a aceptar gastos militares de gran entidad. Prefieren un status quo, en el que los ciudadanos juegan a ser soldados. Son favorables a gastar en la construcción de infraestructuras que dará trabajo a las empresas de la región, pero no a gastar miles de millones en sistemas que serán fabricados en el extranjero. El escándalo de los Mirage III sigue presente en los espíritus.
Se realiza la evaluación. El Grippen queda último, la fuerza aérea no lo quiere y el lobby Dassault sigue presente entre los oficiales, que quieren el Rafale.
El consejero federal Ueli Maurer sabe que el referéndum será muy complicado por lo que toma una decisión discutible. Ignora el informe del comité de evaluación y los deseos de la Fuerza aérea y elige unilateralmente al avión sueco, con la esperanza de que el argumento del menor precio, conseguirá convencer a la ciudadanía de que acepten la compra. El argumento no cuela y la compra es rechazada.
Llega el 2020 y se vuelve a celebrar el referéndum. La compra es necesaria ya que los F18 se hacen viejos y los F5 están para achatarrarlos. La compra es aceptada por los pelos, con solo unos miles de votos de diferencia.
Y ahora viene lo gracioso. Si la comisión elige el Rafale (el EFA ni está ni se le espera), Suiza tendrá nuevos cazas. Si elige un modelo USA, una nueva votación podría dejar al país sin Fuerza aérea.