El USS Wichita (LCS 13) fue recibido oficialmente por la Us. Navy el 12 de enero en la Base Naval en Mayport, Florida. Es el séptimo tipo de barco la clase Freedom.
Publicada una mordaz investigación interna de la Us Navy sobre la colisión de 2017 del destructor Fitzgerald que detalla una lista mucho más larga de problemas del barco, su tripulación y las órdenes superiores de lo que el servicio ha admitido públicamente hasta la fecha.
Obtenida por Navy Times, la "investigación de doble propósito" fue supervisada por el Contralmirante Brian Fort y presentada 41 días después de la tragedia del 17 de junio de 2017. Se mantuvo en secreto en parte porque fue diseñada para preparar a la Marina ante posibles demandas judiciales después del accidente. Recordemos 7 muertos.
Se describen los momentos críticos de la guardia del puente en la noche de la colisión con el barco filipino ACX Crystal en un transitado corredor marítimo frente a la costa de Japón. El informe documenta las violaciones rutinarias, de las órdenes vigentes en un puente que a menudo carecía de responsables a nivel de navegación, incluso durante viajes nocturnos potencialmente peligrosos a través de vías fluviales concurridas.
El informe expone cómo la desconfianza llevó al oficial de cubierta, a evitar la comunicación con el centro de información de combate o CIC, mientras el buque intentaba cruzar una ruta transitada. El CIC estaba cubierto de basura a raíz del choque, pero había otros indicios de que aquello era una pocilga como fuerte olor a orina, utensilios de cocina y botellas llenas de orina. Algunos controles de radar no funcionaron y se descubrió que los miembros de la tripulación no sabían cómo usarlos de todos modos.
Se encontró un sistema de gestión de navegación que lo único que generó fue más problemas Faltaba una pieza clave del equipo electrónico de navegación. Diseñado para ayudar a los observadores a navegar sin gráficos de papel, la estación VMS en en cuarto de derrota estaba averiada y los marineros lo canibalizaron para que su piezas ayudasen a mantener otras del sistema en funcionamiento.
Desde 2015, el buque carecía de un suboficial jefe, crucial para ayudaa a navegar con seguridad al buque y entrenar a sus marineros, una deficiencia conocida tanto por la jefatura del destructor como por otros estamentos de la Navy.
La tripulación tenía baja moral; estaba dirigida por un lío de jefes disfuncionales; y agobiada por el ritmo de las operaciones en la 7ª Flota que dejó a los marineros exhaustos con poco tiempo para entrenar o completar certificaciones críticas.
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