por Lepanto el Sab Sep 01, 2018 11:00 pm
El 24 de agosto, Estados Unidos reactivo la Segunda Flota, dedicada a las operaciones en el Atlántico. Se realizo a bordo del portaaviones USS George HW Bush en la Base Naval de Norfolk, donde se encuentra su cuartel general, como antiguamente hasta su desactivación hace 8 años. La 2ª Flota estará al mando del vicealmirante Andrew "Woody" Lewis.
La reactivación de la 2ª Flota se presenta como una voluntad política de los Estados Unidos para hacerse visible nuevamente en el área atlántica. Por ahora, no se sabe qué medios se le asignarán.
En la prensa norteamericana y también en la europea se puede leer que durante los últimos 10 años, la cosa estuvo bastante tranquila, pero el conflicto en Siria, la anexión por Rusia del Dombass, las tensiones en el Mar del Norte y el Báltico, las cuestiones estratégicas en torno al Artico, están generando unas relaciones con tensión entre los EE.UU. y Europa, por un lado, y en el otro, Rusia.
A pesar de que los programas de construcción de nuevos buques rusos, excluidos los submarinos, son lentos pero en aumento, en cambio la actividad de la marina rusa se ha incrementado significativamente. Por ejemplo, los accesos a sitios estratégicos o grandes ciudades por submarinos que se han detectado regularmente en los últimos años, como en Brest o Suecia.
Además de barcos, los submarinos y aviones rusos en el Mar del Norte, Océano Atlántico y el Mediterráneo pesan sobre el equilibrio geoestratégico. Sobre todo porque las plataformas se están modernizando gradualmente y ofrecen capacidades militares mucho más grandes que antes, preocupan los misiles de crucero Kalibr integrados en un número creciente de buques de superficie y submarinos. Por lo que Estados Unidos, como superpotencia y pieza central de la OTAN, se ve obligado a actuar.
Especialmente porque Rusia no es el único que genera preocupaciones en el área. China, y esta es la gran novedad, también ha estado muy presente durante estos años, sus grupos de tareas ahora están evolucionando en el Mediterráneo, el Atlántico y el norte de Europa. Destacan que la armada china está en auge y se está desarrollando a una velocidad sin precedentes, habiendo superado a Rusia como la segunda flota más grande del mundo con el claro deseo de venir y desafiar a la todopoderosa Marina de los EE. UU