por Lepanto el Lun Jun 03, 2019 7:38 am
A vueltas con el cañón electro-magnético, hace algún tiempo, la Oficina de Investigación Naval (ONR) anunció que el cañón electro-magnético en el que había estado trabajando desde 2005 estaría listo para las pruebas operativas. Además, incluso se planificó la movilización de USNS Millinocket o USNS Trenton, dos buques JHSV (Joint Joint Vessel) para este propósito. Pero estas pruebas nunca tuvieron lugar.
En febrero, el almirante John Richardson, jefe de personal de la US Navy, criticó severamente la realización de este proyecto, por el cual se invirtieron más de 500 millones de dólares. "Es una lección sobre cómo no desarrollar armas", dijo, criticando la lentitud del programa mientras que, al mismo tiempo, en Pekín, la prensa informaba de que tal arma ya era real. Se habían realizado pruebas preliminares en el mar a bordo del buque de asalto anfibio Haiyang Shan.
Según se desprende de un documento que detalla el impacto en el medio ambiente de los ejercicios que se pretenden llevar a cabo pronto. La Us Navy estaría a punto de probar su cañón electromagnético. Será "probado a bordo de buques de superficie, disparando proyectiles explosivos y no explosivos a objetivos aéreos o navales", dijo el documento de 1.800 páginas citado por The Seattle Times.
Hasta ahora, el ONR ha probado su cañón electromagnético en el campo de tiro Naval Surface Warfare Center en Dahlgren, Virginia.
El principio del arma es hacer circular una corriente eléctrica muy intensa acoplada a un campo magnético entre dos carriles paralelos que conducen la electricidad. Gracias a la Ley de Laplace, resultante de la fuerza de Lorenz, un proyectil, sufre una fuerte aceleración antes de ser expulsado a una velocidad de al menos cinco veces la velocidad del sonido. Que puede proyectarse a una distancia de 200 km.
El cañón electro-magnético tiene varias ventajas: permite batir un objetivo a una distancia segura, ya no es necesario almacenar explosivos a bordo de un barco ????? y un disparo "no es costoso" se calcula alrededor de 50.000 dólares.
Por otro lado, su desarrollo supone afrontar varios retos. El primero con la energía necesaria para disparar un proyectil. Y la necesidad aún más importante de que esta energía debe estar disponible de forma instantánea y repetida si se trata de disparar ráfagas.
Así, la Dirección General de Armamentos [DGA] francesa, que apoya el desarrollo de tal arma, -pero para combate en tierra-, a través del Instituto Franco-Alemán de Investigación de San Luis (ISL), explica que para enviar un proyectil a 200 km de distancia, necesita una cantidad de energía no considerable, pero en un momento tan breve que la energía eléctrica necesaria sea comparable a la requerida para una ciudad de 500.000 habitantes.
Otro reto es el desgaste prematuro de los componentes sometidos a grandes esfuerzos físicos. Y finalmente, está la cuestión de guiar estos proyectiles. En este punto, la US Navy puede contar con el "proyectil de alta velocidad" desarrollado por BAE Systems.