Edu escribió:Recordemos cómo acabó la fragata Numancia (la de Méndez Núñez), primera del mundo en su clase en circunnavegar el globo, primera en bombardear unas fortificaciones portuarias (El Callao) después de cientos de años en que la doctrina decía que los buques no debían hacer esas cosas...
...Somos un país de ingratos...
Es verdad. esa historia es buenísima.
De todas formas creo recordar que los primero en atacar fotificaciones con naves acorazadas fueron los franceses en Crimea con sus baterías clase Le Tonantte, que luego desembocó en las primeras fragatas acorazadas clase Gloire (padre, en cierto modo, de nuestra Numancia). Lo que si es cierto es que a Méndez Núñez le salió tan bién lo del Callao contra el Perú, que después el almirante italiano Persano lo quiso imitar en la batalla de Lissa, si bién el que imitó a Núñez fué su contrario austriaco Tegenthoff, que en inferioridad de condiciones le metió una buena a los italianos... ¡cómo nosostros en la Campaña del Pacífico a los chileno-peruanos!.
En lo que si fué único Méndez Núñez es en asaltar al abordaje desde un barco a toda máquina un gran castillo enemigo (Campaña de Joló contra los piratas filipinos), donde llenó los palos y jarcias de su nave de intrépidos infantes de marina que improvisaron así una "escalera" para escalar las murallas y tomar el castillo pirata al asalto. ¡¡¡Y es que el gallego era genial!!!.
En aquellos años (2/2 del siglo XIX) la doctrina naval de las potencias europeas afirmaban que los barcos acorazados no podían aventurarse a mar abierto por resultar peligroso (recordar la desgracia del HMS Captain de Coles en ese mismo periodo)
Pues ahí que llega Méndez Núñez y tras llegar y vencer en la Campaña del Pacífico contra Chile y el Perú con la fragata acorazada Numancia, coge y le dá la vuelta al mundo para regresar a España. ¡¡¡Qué tio más grande!!!.
Y si, la pena fué que a pesar de que la gente quiso preserbarla como museo,, el gobierno al final la quiso desguazar. Menos mal que la pobre Numancia se hundió piadosamente en la costa portuguesa cuando la iban a despiazar vílmente.
Y es que en España no cuidamos ni preserbamos nada de lo que nos hizo grandes (igualito que los ingleses o los japoneses... ¡qué rabia me dá!)
Buenas rachas de mistral...