por Lepanto el Vie Jul 13, 2007 10:50 pm
Es cierto que la vida es un toma y daca, pero existen unos límites,si no cedes en ciertas cosas no consigues un contrato, vale, pero hasta donde llegamos?
El problema es mayor cuando a quien tiene que tomar la decisión, el dinero no lo siente como suyo, por la sencilla razón, de que tiene garantizado el cocido a si vengan mal dadas.
A la fuerza, el sector de la construcción naval española, se ha tenido que espabilar, hoy en día en muy competitivo en nichos especializados de dicha construcción naval o en determinado tipos de buques, pero a los astilleros públicos les cuesta mucho actuar o gestionarse de una forma eficiente como otros privados, que núnca firmarian contratos como los que se firman si no tuvieran el aval de los impuestos de todos los españoles.
Las leyes del mercado mandan, los privados se han puesto las pilas, los públicos todavía no, a diario se siguen viviendo situaciones experpenticas en estos últimos, que no se ven en un astillero privado desde hace más de 15 años.
Es más, a pesar de los anterior, nuestros astilleos militares públicos, ya tienen en su haber un buen hacer, que aunque no suficiente, deberian de justificar por si solos que su elección es una garantia de calidad que debería hacer disminuir las contrapestraciones, pues en muchos casos y en el caso de las fragatas noruegas, lo hacemos mejor y más barato.