La razon Digital escribió: España vende a Marruecos carros de combate M-60 a condición de que no los sitúe frente a Ceuta y MelillaRabat compra los tanques a un precio simbólico y asegura que los desplegará en el antiguo Sahara español y en sus fronteras con Argelia La operación ha sido avalada por EE UU, que considera al reino alauí un aliado privilegiadoLa venta a Marruecos de carros de combate M-60 desplegados en Ceuta y Melilla, ante la próxima incorporación de los nuevos «Leopardo», forma parte de la estrategia de Rodríguez Zapatero de dar pruebas a Mohamed VI de la distensión emprendida por España.Madrid- El Gobierno español ha vendido al régimen de Mohamed VI, por un precio simbólico, una veintena de carros de combate M-60 (versión A3), de fabricación norteamericana, desplegados en las guarniciones de Ceuta y Melilla, y que el Ejército de Tierra tiene previsto, inicialmente, sustituir por los nuevos carros «Leopardo». Rabat se ha comprometido a no utilizar este material de guerra contra las plazas de soberanía española y ha prometido a las autoridades de Madrid que desplegará estos carros de combate tanto en el Sahara Occidental, la antigua colonia española, como en otros territorios del Reino.
Toda la operación de compraventa ha sido avalada por EE UU, que otorgó a Marruecos en junio del pasado años el estatus de aliado privilegiado, decisión que entonces se interpretó como una respuesta a la medida del Gobierno socialista español de retirar las tropas de Iraq.
Viaje de Bono. La transacción tuvo dos puntos culminantes, según confirmaron a LA RAZí“N fuentes de inteligencia marroquíes: la petición se produjo durante el viaje del ministro de Defensa, José Bono, a Tánger el 16 de julio del pasado año, y se concretó en diciembre del mismo año durante la visita a Marruecos del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Félix Sanz. Sin embargo, se cerró definitivamente en abril, en el transcurso del viaje de la cúpula de las Fuerzas Armadas Reales (FAR) marroquíes a España, con motivo de la cuarta reunión de la comisión bilateral militar.
En el acuerdo alcanzado entre Madrid y Rabat, existe un compromiso por parte de las FAR marroquíes de no desplegar el material comprado a España apuntando a Ceuta y Melilla, ciudades periódicamente reivindicadas por el Reino alauí. Marruecos procede a un nuevo despliegue territorial de su Ejército, una vez que la próxima solución al conflicto del Sahara Occidental deja sin sentido mantener más de cien mil hombres desplegados en ese territorio. Desde hace 30 años Marruecos mantiene un enorme potencial militar en la antigua colonia española para impedir que el Frente Polisario ocupe militarmente este territorio y proclame el Estado independiente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). La cabeza pensante de la reestructuración de las FAR es el general Buchaib Arrub, que ha sustituido en el mando al general Abdelaziz Benani.
La venta de los carros de combate españoles, asícomo otro armamento, se ha llevado a cabo con el conocimiento y apoyo del Pentágono, que supervisa la operación con el fin de que no se altere el equilibrio militar en el Norte de África. Las citadas fuentes señalan que los carros M-60 A3 españoles se situarán en las fronteras con Argelia, lo que se interpreta como un mensaje disuasorio dirigido a las autoridades de Argel que apoyan al Frente Polisario. Como la diplomacia marroquí no da puntada sin hilo, no se descarta que la venta de los M-60 pueda ser utilizada por el Palacio Real para escenificar que el Gobierno español de Rodríguez Zapatero apuesta claramente por una solución al conflicto del Sahara favorable a Marruecos y en detrimento de Argelia.
«La condición impuesta por España y aceptada por Marruecos, según las citadas fuentes y corroborada por el boletín confidencial «Al Usbue Siasia», editado en Rabat, y próximo a los servicios de inteligencia, es que los carros M-60 no serán desplegados en el norte de Marruecos», en clara referencia a Ceuta y Melilla.
Compromiso. Esta sería la primera vez que el Gobierno español consigue un compromiso firme de Rabat, en el plano militar, respecto a las intenciones del Estado Mayor marroquí sobre las dos plazas españolas. Si bien, ésta suele ser una cláusula común en la venta de armamento entre países con litigios pendientes.
Se da la circunstancia de que ésta es la primera venta española de material militar considerado de «ofensivo» para su empleo en el Sahara, ya que hasta la fecha, los sucesivos Gobiernos de Madrid desde la descolonización del territorio en 1975 sólo habían venido oficialmente a Marruecos vehículos de transporte. Si bien el Frente Polisario ha denunciado en reiteradas ocasiones, exhibiendo incluso fotografías hechas hechas sobre el terreno, la venta de munición, bombas de aviación y pequeños cañones sin retroceso montados sobre todoterrenos.
En medios militares consultados por LA RAZí“N ha sorprendido la decisión de vender a Marruecos carros de combate M-60 hasta ahora desplegados en Ceuta (Regimiento «Montesa» Nº3), Melilla (Regimiento «Alcántara» nº 10) y en la península, el Regimiento «Alcázar de Toledo» nº 61 (la única unidad acorazada del Ejército español), integrado en la Brigada Acorazada XII «Guadarrama». La cesión de los M-60 A3 se produce ante la llegada de los modernos carros «Leopardos 2-A6», fabricados en España bajo patente alemana. En estos momentos, cada uno de los citados regimientos de Caballería de Ceuta y Melilla cuenta con dos escuadrones (cada escuadrón 13 carros), lo que totaliza entre ambas ciudades 52 tanques.
No son viejos. «En absoluto se debe interpretar que vendemos a Marruecos carros viejos y obsoletos», advierten fuentes militares de Melilla. Señalan que los M-60 A3 son los más modernos de esta familia de carros norteamericanos y España adquirió un lote a comienzos de los noventa, en el marco de la reducción de fuerzas convencionales entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, tras la caída de la Unión Soviética. Al llegar se les incorporó una dirección de tiro estabilizada para que pudiesen disparar en movimiento, que era uno de los puntos débiles del carro. Asimismo, se les dotó de cámara térmica para combate nocturno y en condiciones climatológicas adversas.
Carristas del Ejército califican de «error táctico» facilitar a un hipotético enemigo un potente sistema de fuego como el M-60 A3, cuyo cañón de 105 milímetros dispara munición de alta velocidad, denominada «flecha», que pone en serios aprietos el blindaje de los nuevos «Leopardo». A este respecto, recuerdan la obsesión del Ejército marroquí por hacerse con carros de combate de grueso blindaje y la compra en 2000 a Bielorusia de medio centenar de carros T-72 exsoviéticos. Este periódico informó el 7 de agosto de ese año que Rabat adquirió los tanques rusos al margen de Estados Unidos, su proveedor tradicional junto a Francia, con objeto de garantizarse su utilización sin el veto de Washington en un eventual conflicto con España.
En 2000 las relaciones bilaterales entre España y Marruecos estaban en uno de sus peores momentos, y el Estado Mayor marroquí buscaba con denuedo lograr la superioridad militar en armamento terrestre a base de carros y piezas de artillería autopropulsadas y remolcadas. El Ejército español dedujo entonces que esa estrategia estaba claramente encaminada, en caso de conflicto, a cercar Ceuta y Melilla con un gran número de bocas de fuego de grueso calibre, ya que España mantenía la superioridad aérea con los cazabombarderos F-18 y en caso de enfrentamiento, el Ejército del Aire tendría dificultades para neutralizar medio millar de bocas de fuego dispersas y camufladas en el terreno disparando sobre ambas ciudades.
Fuentes oficiales señalan que la venta de armamento a Marruecos se inscribe dentro de la normalización de las relaciones bilaterales emprendida por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, y la garantía de Rabat de congelar su reivindicación territorial sobre Ceuta y Melilla.
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