Mientras que algunos expertos y políticos estadounidenses cuestionan el mantenimiento o la retirada de las aproximadamente cincuenta bombas nucleares almacenadas en la base Incirlik, en Turquía, este año se cumple el 60 aniversario del despliegue de armas atómicas estadounidenses en territorio turco.
Si tomamos los datos del libro Historia de la custodia y despliegue de armas nucleares: julio de 1945 a septiembre de 1977 (citado en un Boletín de los científicos atómicos de 1999), las primeras bombas se enviaron en febrero de 1959 y misiles honest John en mayo del mismo año.
A principios de la década del 2000, según FAS (Federación de Científicos Estadounidenses), la base turca albergaba unas 90 armas nucleares para una capacidad máxima de almacenamiento de 100 (en 1986, la capacidad total era de 120).
A menudo se viene especulando con retirar de Turquía estas armas, pero aún no se ha hecho nada, incluso en 2016 cuando las relaciones se deterioraron después del golpe fallido y las acusaciones turcas contra USA. Las tensiones con Turquía desde la invasión del norte de Siria han revivido el proyecto, según el New York Times del 14 de octubre.
El problema parece bastante político. Para Hans M. Kristensen, director del Proyecto de Información Nuclear de la Federación de Científicos Americanos, tal retirada significaría el final de la relación especial entre turcos y estadounidenses, o incluso una ruptura de la alianza que podría llevar a los turcos a cerrar por completo su bases a los estadounidenses.
Y por cierto se señala, que Las instalaciones de almacenamiento de Incirlik están protegidas por el 39 Escuadrón de Fuerza de Seguridad. El 29 de septiembre, el Subjefe de Estado Mayor de la USAF, General Wilson, visitó el área y se reunió con el personal de esa unidad, y la unidad fue reforzada hace unas semanas por personal tomado del 31 Escuadrón de Fuerzas de Seguridad con sede en la base italianana de Aviano.