por A.M.E. Nº 4 el Mar Dic 01, 2009 8:51 pm
La Unidad Militar de Emergencias (UME): ayer y hoy
José Antonio García González, General de Ejército
martes, 01 de diciembre de 2009 ATENEA
Si la hemeroteca de ATENEA digital refleja, como debe ser, lo publicado hasta el momento, esta es la 5ª vez que la Unidad Militar de Emergencias (UME) se asoma a las páginas del primer diario digital especializado en temas de seguridad y defensa.
El pasado 25 de Noviembre compartí con el Jefe de la UME, acompañado por su Jefe de Estado Mayor, unas horas en esta Unidad, a fin de actualizar la información que sobre ella disponía y comprobar de primera mano la eficacia de la que es la Unidad de 1ª intervención de las Fuerzas Armadas en emergencias.
Para entender y valorar a la UME en estos momentos es preciso reconocer que sus orígenes y concepción no fueron en modo alguno convencionales, y desde luego lejos de los usos y procedimientos habituales empleados en la creación de una Unidad militar.
Ninguno de los tres Ejércitos intervino en el proceso de planeamiento y organización de la UME, lo que puedo afirmar con certeza desde la órbita del Ejército de Tierra, pues en estos momentos del proceso yo ocupaba el puesto de Jefe de Estado Mayor.
Tras los desgraciados sucesos del incendio en la provincia de Guadalajara, con un número importante de víctimas mortales, los medios de comunicación se hicieron eco de la necesidad de mejorar los procedimientos de activación de los medios disponibles para la lucha contra los incendios forestales y, sobretodo, de asegurar la coordinación de los responsables de las diferentes Administraciones, locales, autonómicas y nacionales, implicadas en cada situación de emergencia. Se solicitaba en los medios una mayor implicación de las Fuerzas Armadas en cualquier tipo de catástrofes, lo que ya se llevaba haciendo hace muchos años de forma habitual, siguiendo los protocolos establecidos.
Pero la iniciativa de crear una Unidad de intervención para emergencias se mantiene en el ámbito del Ministerio de Defensa, sin que los Cuarteles Generales, (del de Tierra lo puedo asegurar), participaran en los estudios. Pero un proyecto de tal envergadura no se puede mantener en secreto durante mucho tiempo. Un periodista "bien informado" proporciona un borrador en avanzado estado de confección sobre la UME, ya que tenía el convencimiento de que dada la implicación, en personal y materiales del Ejército, era para él impensable que el Cuartel General correspondiente no estuviese implicado.
Como los tratamientos de texto por ordenador dejan abundantes huellas, se pudo fácilmente deducir los organismos del Ministerio de Defensa que habían llevado a cabo la parte fundamental del trabajo: La Secretaría de Estado y su Gabinete Técnico, y la SEGENPOL y su órgano de dirección, sin excluir a otros organismos de menor nivel. A posteriori se llegó a negar la falta de intervención de los Ejércitos, aduciendo que en estas organizaciones había destinados militares cualificados, que aportaron sus conocimientos, pero sin la colaboración de los Cuarteles Generales. Un aspecto a destacar es la absoluta discreción de todos los implicados en esta actividad tan compleja, ya que hubo una absoluta ausencia de filtraciones.¿Por qué esta actitud política en relación a los Ejércitos?.
La noticia, que se va conociendo poco a poco en los Ejércitos, no es bien acogida, especialmente en el de Tierra, que se va a ver afectado de forma importante. Máxime cuando desde hace muchos años sus Unidades han participado habitualmente en las campañas contraincendios de las diferentes autonomías, cuando han actuado con eficacia y generosidad en inundaciones, restablecimiento de infraestructuras mediante tendido de puentes militares, rescates en alta montaña, y un largo etcétera de otras situaciones de emergencia nacional. Todo ello con sus solos medios, sin refuerzos adicionales.
Preocupa, y mucho, la pérdida sustancial de personal en numerosas Unidades, oficiales, suboficiales y tropa profesional, altamente cualificados, en momentos de máxima implicación de las Fuerzas Armadas en operaciones militares en el exterior. ¿Por qué en vez de implicar a los Ejércitos no se mejoraban y reforzaban los servicios de protección civil, responsables de este tipo de actividades?. ¿Cómo iban a afectar las fuertes inversiones económicas en la nueva Unidad, que estando formada por militares, no se incluía en ese momento en la estructura de las FAS?. Pues aunque se decía que los nuevos recursos no iban a mermar los futuros presupuestos de los Ejércitos, por experiencias anteriores nadie se lo creía. Un alto cargo político con responsabilidades en el proyecto llegó a decir a militares del máximo nivel que expresaban sus dudas sobre la necesidad de la nueva Unidad en la forma que se había concebido, si es que los Ejércitos no querían ayudar a los españoles en situaciones difíciles. Demagogia en estado puro.
Pero este artículo no pretende escribir la, como diría D. Miguel de Unamuno, intrahistoria de la UME, sino transmitir la situación actual de ella.
Damos un salto en el tiempo, y nos encontramos con la creación de la UME, el 7 de Octubre de 2005, por Acuerdo de Consejo de Ministros.
Las consecuencias para los Ejércitos, pero fundamentalmente para el Ejército de Tierra, eran muy importantes, especialmente en el área de personal, ya que las características de la nueva Unidad exigían un número importante de especialistas, que era muy elevado en Ingenieros y Transmisiones, especialidades imprescindibles para las misiones en el exterior de las Fuerzas Armadas, y cuyo número era de por sí muy limitado.
La respuesta del Ejército ante este reto imprevisto y muy exigente fue la que correspondía a una Institución fiable y responsable. El primer Comandante de la UME, un prestigioso General de División del Ejército de Tierra, enseguida ascendido a Teniente General, recibió del Mando del Ejército y de su Estado Mayor, todo el asesoramiento y apoyo que iba a necesitar para hacer frente a la ingente tarea que tenía por delante .Un contacto permanente, pero especialmente una lealtad mutua, permitieron realizar el trasvase de unos profesionales competentes desde el Ejército a la UME, sin que las consecuencias para aquel fueran irreparables. Aunque no fué fácil, ni siempre entendido por algunos.
Si tuviese que destacar una característica fundamental que le ha permitido alcanzar los niveles de eficacia y eficiencia actuales, me inclinaría por la creación desde sus orígenes de un verdadero espíritu militar de unidad , que alejase cualquier duda sobre el carácter militar de sus actividades, cualesquiera que sean los objetivos a alcanzar, junto a una exigencia de excelencia en la instrucción y adiestramiento de sus diferentes unidades, para poder acometer el apoyo a cualquier tipo de emergencia, con el mismo espíritu que si se tratase de una operación de combate.
Tras la preparación militar no puedo dejar de destacar otra de las piedras angulares que aseguran la calidad de trabajo de la UME: su sistema de información y telecomunicaciones (CIS), con medios de última generación y una moderna arquitectura en el diseño de las redes de telecomunicaciones, totalmente integradas e interoperables , no sólo con otros medios de carácter militar, sino con el empleado por las organizaciones civiles de protección civil. Las cadenas de toma de decisiones y de ejecución en cualquier emergencia quedan satisfactoriamente aseguradas. La apuesta del Ejército de Tierra por proporcionar a la UME a algunos de sus mejores especialistas CIS ha dado sus frutos. Y la UME está orgullosa de lo conseguido. La joven, pero a la vez veterana capitán de Transmisiones, que me monstró y explicó el funcionamiento de algunos de los módulos desplegables de la Unidad bajo su mando, me transmitió a la vez su exacto conocimiento de los medios y materiales a su cargo, pero tambien la satisfacción de haberlo conseguido.
La UME, con un personal de gran preparación y orgulloso de lo que realiza, (el grado de permanencia y fidelidad a la Unidad es muy elevado), y unos medios cualitativa y cuantitativamente importantes, ya ha demostrado, en un corto espacio de tiempo una eficacia de gran nivel. Baste como ejemplo decir que en la campaña contraincendios 2009, con 30 intervenciones en todo el territorio nacional, ha desplegado más de 5000 personas, 310 autobombas, 96 vehículos nodriza y más de 1000 vehículos de distintos tipos, que han recorrido más de 680000 kms. Como dice el actual Jefe de la UME, esta campaña ha sido una auténtica "reválida" para la Unidad.
No quiero dejar de destacar algo muy importante que aporta la UME a la sociedad española. Su actuación en TODO el territorio nacional, colaborando con todas las Administraciones, local, autonómica y nacional, en apoyo de los españoles en situaciones difíciles, convierten a la UME en uno de los principales valores para conseguir una adecuada vertebración nacional, y actor relevante para transmitir a los españoles la necesidad de una necesaria conciencia de defensa nacional.
La UME es una magnífica UNIDAD MILITAR, cuya guía de conducta es muy significativa:!PARA SERVIR!
El camino es creer que la Paz es posible, trabajar por conseguirla es transitar por él